Algunas reflexiones sobre el pasado

Algunas reflexiones sobre el pasado

Mientras transcurre mi séptima década de vida, doy gracias a Dios por la doble bendición de salud y de riquezas espirituales que ha tenido la gracia de darme

Por tanto, creo que la tarea de un testimonio personal ha de ser breve.

¿Sabías que en Mateo 12:36, la doceava profecía del Nuevo Testamento en este primer evangelio indica que de cada palabra ociosa dicha en ira o en broma, darás cuenta en el día del juicio?

Así, tengo que preguntarme a mí mismo: ¿Y también sobre cada frase y palabra superflua que cada autor moldea e intenta darle forma en dardos literarios para la aprobación de los lectores? Sí, también daremos cuenta de esto en aquel fatídico día, que ha de venir para cada uno de nosotros.

Con este pensamiento en mente, sugiero que el refrán «lo bueno, si breve, dos veces bueno» es aplicable. Recuerdo el sembrador en Mateo 13:37-42: cuando su semilla fue sembrada, cayó principalmente en tierra no preparada; espero que mis palabras no compartan tal destino.

(Durante el lanzamiento de mi libro, me acompañó el sacerdote de mi antigua parroquia)

(La tarjeta original de la ordenación de mi tío)

(Amigo de la familia, ya fallecido)

(Antiguo amigo de la familia)

(Dando una charla en una reunión ecuménica)

Debes alejarte de toda religión organizada, por si hombres o mujeres han puesto sus manos contaminadas, pues tal religión es defectuosa.

(Preparando para ayudar en la misa en 1964)

¿Y no será que un día, todo hecho y palabra serán revelados en el juicio del Gran Trono Blanco (Mateo 10:26)? No hemos de encontrarnos enredados en un falso sistema hecho por los hombres que al final nos fallará, no deberíamos defenderlo ni deberíamos quererlo.

(Berlín, en Alemania: compartiendo Jesús con este hombre)

Me temo que la religión organizada lleva su pesado lastre de carga emocional y deficiencias, a veces hasta un extremo. Ni la necesito ni la busco.

(Predicando al aire libre en una calle del Reino Unido)

Hace algunos años se cumplió mi sueño de visitar Israel. No era tanto una peregrinación, sino un viaje de devoción. Quería seguir las pisadas del Maestro, y por supuesto de los apóstoles.

Mi hijo James me acompañó hasta esta tierra tan especial.

Nos quedamos maravillados cuando llegamos a aquellos lugares históricos y espirituales como Nazaret, Galilea, Capernaum, Samaria y el Mar de Galilea, donde Jesús realizó tantos de sus milagros.

(James y yo siguiendo en las pisadas del Maestro en nuestro planeta)

Queda como un lugar rural encantador que me ha quedado grabado, sobre todo por nuestro bautismo en esa tierra santa. Durante nuestro tiempo allí, James y yo conocimos a una creyente de Suecia llamada Margarita.

Tuve el privilegio de bautizarla en las cálidas aguas de este tranquilo lugar. Si ella llega a leer esto, le pido que se ponga en contacto con nosotros.

Más tarde aquel mismo día, ambos James y yo nos bautizamos el uno al otro en el Río Jordán.

(Nuestra amiga de Suecia)

Durante el viaje, visitamos las amplias llanuras de Armagedón. En tal lugar, se verá la mano del juicio de Dios en los días finales de la Biblia. Lamentablemente, no llegamos a visitar Jerusalén, pero un día espero unirme a muchos santos, junto a quien el Rey de Reyes reinará durante mil años en esa ciudad eterna.

¡Qué aventura!, ¡qué privilegio!

(Contemplando el mar en Tel Aviv)

Pero recuerda: sólo una vez que hayas decidido poner tu confianza en el Señor Jesucristo como tu Salvador personal, serás salvo de todos tus pecados, algo que ninguna iglesia ni religión puede ofrecer.

«Has de nacer de nuevo», exhortó Jesús a Nicodemo, no una vez, sino tres veces en el capítulo 3 del Evangelio de Juan. ¿No crees que nos está diciendo algo? ¡Yo sí!

Ruego que recibas su regalo eterno de perdón de pecados. Es gratis y puede ser la cosa más sabia que hayas hecho jamás. Si lo rechazas, lo harás por tu propia cuenta y riesgo.

Cierto, podría llevarte toda la vida alcanzar el destino eterno conocido como el cielo, pero será el viaje más gratificante que hayas hecho nunca.

(Patrick comparte el evangelio de Jesúscristo con un sacerdote jesuita en la estación de tren de Euston)

 

James entrevista a Patrick para la radio

50 años como católico